Relato sobre la materia

Un día, Sara, Juan y María iban andando hacia el colegio. Hacía viento y mucho frío. Mientras caminaban iban hablando sobre lo que habían aprendido el día anterior.

Su profesora les había enseñado que la materia la puedes ver por todos lados: “ Allá donde mires, hay materia y todo lo que ocupa un espacio y tiene masa, es materia” les había dícho.

-Vamos a hacer un concurso, dijo Sara. -Un concurso… ¿Sobre qué? Le contestó María. -Hoy, durante todo el día, podemos ver quién de nosotros es capaz de encontrar distintos tipos de materia a su alrededor, siguió Sara.

A lo que Juan añadió: -Podemos hacerlo más interesante que sólo ir haciendo una lista de los materiales que vayamos observando. Después de todo, lo que vemos a nuestro alrededor es materia, ¿No? María, que había estado un rato pensativa dijo: -¡Tengo una idea! , dijo cogiendo su cuaderno y un lápiz de su mochila. Después de escribir y garabatear algo en él, lo giró para que sus compañeros pudieran ver lo que había dibujado. - Aquel de los tres que sea capaz de rellenar este cuadro, ganará.

-Vamos a clasificar toda la materia que veamos según el estado en que se encuentre. -¡Buena idea, María! dijo Sara. Juan, que observaba cómo una pequeña piedra que había golpeado iba dando botes por la acera, admitió que no sabía muy bien cuándo algo era sólido, líquido o gaseoso. Sus compañeras le recordaron la explicación que les había dado su profesora.

-¡Un momento! Exclamó Juan. ¿Cómo puedes saber si tu respiración es un gas si no puedes verla? -¡Sí que puedes! ¡Mira! Dijo María mientras exhalaba la respiración muy despacio hacia el frío aire del exterior. -¡Es verdad! Dijo Juan observando el vapor de aire que salía de la boca de María. ¡Muy chulo! Los tres amigos pasaron el resto del día buscando materiales para clasificarlos según el estado en que se encontrasen.